Increíble, pero cierto. Los periodistas que sí tienen acceso a la instalación del Nuevo Los Cármenes en los partidos del Granada CF -como saben o conocerán, a las radios no se les permite el derecho a la información según el artículo 22 de la Constitución por parte del club- se dieron de bruces con una reforma en la zona de las cabinas de RADIO. Sí, en las cabinas de radio. Hasta cuatro habitáculos destinados a las transmisiones de ‘eventos’ desde esa zona de PRENSA, habían sido transformados en un gran despacho VIP, con parquet y todo confort, dicen, que para el presidente del Granada CF, Quique Pina. Esto no lo tengo claro, por lo que no puedo afirmar que sea así.
Nunca diré, jamás lo haré porque así lo he defendido, que el Granada CF no debe tener una sede, o subsede, en las múltiples dependencias que existen en el estadio. Porque no es más cierto que el CB Granada goza de unas dependencias en ella. Obra, por cierto, realizada y pagada por el club baloncestista. Pero en la vida habría creído que iba a ocuparse la zona de prensa para esos menesteres que el histórico precisa, que los necesitaré, no me cabe duda.
Entiendo que es una falta de respeto para los medios de comunicación, máxime cuando aún está abierta la negociación de las radios con la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Pero es más. ¿Quién ha dado permiso para hacer esa reestructuración? No cabe otra respuesta que el Ayuntamiento. A nadie se le escapa que el Nuevo Los Cármenes es una instalación municipal. Y para que en ella se realice alguna reforma, también tiene que haber un permiso municipal. No vale ahora que el Consistorio se excuse en que el club puede hacer lo que desee en el Nuevo Los Cármenes para sus acontecimientos. El Granada CF, si no se demuestra lo contrario, que no puede ser, no es el dueño de la instalación. Y está de prestado para sus entrenamientos y acontecimientos, como así debe ser.
Si no recuerdo mal, el pasado año se vendieron a bombo y platillo las reformas que el Ayuntamiento había realizado por bien del Granada CF y las reformas que para ello había realizado, inversión municipal se dijo entonces. Inversión municipal que hemos pagado todos los granadinos, se entiende. Y ahora, de un plumazo, ese gasto, pagado por todos los granadinos, se va al garete. Nadie ha explicado el por qué de esta nueva obra en una zona habilitada para la prensa. Y alguien tiene que dar explicaciones. Si el Granada CF ha ‘obrado’ así, es porque ha tenido el permiso municipal. Y si ha tenido el permiso municipal, el Ayuntamiento debe dar cuentas de ello.
Ahora, sería más irrespetuoso todavía que ese ‘gran’ despacho se hubiera hecho por despecho, es decir, por animadversión, resentimiento, enfado o enemistad. En eso, seguro que el Ayuntamiento no entra, y espero, confío y deseo que por parte del Granada CF tampoco. Rectificar es de sabios. Lo contrario es de necios.
Es simple cuestión del miedo de los políticos a un dirigente al que le dieron la mano y, poco a poco, se está tragando el brazo entero. El gran error fue darle las oficinas en el interior del estadio. Será porque no hay bajos en los alrededores, como se hizo con el CB Granada. En fin, que el señorico sigue con la construcción de su cortijo. Ya veremos cómo lo deja el día que lo abandone. Y así está el país.
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