Hay que encender la mecha, de los goles

Nadie puede estar contento con lo realizado por el Granada CF en Gijón. El Sporting del cuestionado Preciado sumó su primer triunfo. Ganó 2-0, resultado aún peor por aquello del ‘gol average’. Ya comienza a ser algo preocupante que al buen juego, orden y sentido, velocidad, estrategia, le falte la definición final. Como dicen por ahí: goles son amores. Y apostillaría “y buenas razones”. El fútbol profesional vive del gol y si no hay goles no hay ni victorias ni puntos.

Los cinco puntos que ha sumado el Granada hasta la fecha son escasos, aunque estoy seguro de que sumará muchos más con el tiempo. Pero también es cierto que el tiempo pasa y la presión aumenta. ¿Quiere decir esto que Fabri González esté cuestionado? ¿Qué el técnico gallego esté en la ‘picota’? Sinceramente, creo que desde la directiva, o mejor dicho desde la perspectiva de Pina y Cordero, no. Y darle de margen hasta este martes ante el Barcelona, me parecería indignante.

Hay quien está a favor de Fabri, quienes no saben no contestan y quienes no comparten su filosofía del fútbol. Desde algunos sectores se le viene criticando al lucense desde que dirigió su primer partido en Segunda B con los rojiblancos ante el Betis B. Y la memoria, a veces, o muchas veces, juega malas pasadas y es olvidadiza. Fabri ascendió al Granada de Segunda B a Primera división de una tacada. Y sí, los resultados en el fútbol, profesional, son los que marcan el rumbo de los equipos y entidades. Pero nadie me podrá convencer de que Fabri, además, tiene que marcar los goles. Se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo con sus sistemas, pero hasta ahora han dado resultados. ¿Que son los idóneos para Primera? Pues imagino que ni el técnico ni su grupo de colaboradores, ni Pina ni Cordero, piensen en otro sistema con la plantilla que han confeccionado.

E iré más allá. Hay quien dice que el Granada debe jugar al contragolpe para aprovechar su velocidad y quien considera que debe mecer la pelota hasta encontrar el momento clave. Vamos, como el Barça. Bueno, pues en Gijón se vio la velocidad y el dominio del balón en el centro del campo. Las dos cosas. Y qué faltó: el gol. Así que cuanto antes hay que encender la mecha de los goles para liquidar este galimatías. Y contra el Barça este martes qué, ¿a la contra, dominio del balón?